La identidad corporativa de una empresa
Con frecuencia empleamos términos de marketing utilizando conceptos erróneos, sin conocer del todo el verdadero significado de los mismos. Esto genera confusión y puede dar lugar a graves malentendidos en los pedidos y, por tanto, en las relaciones con los clientes. Uno de los errores más comunes es la confusión que se da entre conceptos como “identidad corporativa”, “identidad visual” o “imagen corporativa”.
¿Los tenemos claros? ¿Los distinguimos sin problema? Por si acaso vamos a darles un repaso rápido.
Si quisiéramos expresarnos mediante una fórmula matemática, diríamos que, por un lado, la “Identidad Corporativa equivaldría a la “Identidad Verbal” sumada a la “Identidad Visual”. O sea:
I. C. = I. Verbal + I. Visual
Al arrancar un proyecto o empresa, una de las primeras cuestiones que debe preocuparnos es encontrar un nombre apropiado para la misma. Este ejercicio es lo que se llama naming. (Ya ofrecimos algunos tips de cómo dar con un buen nombre para la empresa en este artículo). El naming forma parte de lo que se conoce como “Identidad verbal”, y ojo con este concepto, que analizaremos próximamente en otro post.
La identidad visual es básicamente el logotipo de la marca (ver artículo sobre logotipos para empresas aquí), más las reglas de uso y sus aplicaciones en los diferentes soportes (recogidas en el manual de marca).
Por lo tanto, cuando hablamos de Identidad Corporativa, de lo que hablamos es de la suma de los elementos verbales y visuales que conforman la identidad de una empresa.
Entonces, ¿qué es la imagen corporativa? Pues la imagen corporativa no es más que la imagen que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en una empresa u otra. Nuestra concepción interna sobre una marca u otra. Cuando una empresa nos parece aburrida, o conservadora, o divertida.
Espero que este post haya resultado de tu agrado.
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